El correcto mantenimiento de las calderas es esencial para garantizar su buen funcionamiento. Lo más normal es contar con un plan de mantenimiento periódico de las diversas instalaciones del hogar o lugar de trabajo, ya que si no contamos con uno corremos el riesgo de sufrir problemas de funcionamiento o problemas mayores.
La verdad es que sufrir una avería en la caldera en invierno, es una de las mejores consecuencias de no contar con un servicio de mantenimiento, ya que estamos expuesto a problemas mucho más serios, como combustiones espontáneas o escapes de gases nocivos, entre otras consecuencias muy serias.
Por estos motivos es tan importante el contar con una empresa especializada en el mantenimiento de la caldera en Zaragoza, además el usuario está obligado por ley a realizar unas revisiones anuales por medio de instaladores profesionales, por lo que es vital revisar la caldera y ponerla a punto todos los años.
Uno de los mejores momentos para realizar las revisiones anuales de la caldera es antes de la llegada del invierno, ya que por norma general el sistema de calefacción ha permanecido muchos meses apagado sin ningún tipo de mantenimiento. Además de esta revisión es importante revisar de vez en cuando que todo funciona correctamente.
La temperatura óptima de funcionamiento del agua de una caldera tiene que estar en torno a los 70°, aunque esto siempre depende del tipo de instalación que se posea. Por otro lado la presión de la caldera siempre tiene que estar entre 1 y 1,5 bares en frío. Estos aspectos son muy importantes para garantizar su correcto funcionamiento.
Como hemos comentado, es importante revisar de vez en cuando que todo va bien en nuestra caldera, para ello hay que realizar una serie de operaciones. En primer lugar si el sistema está encendido deberemos poner al mínimo el termostato, en caso de que este apagado deberemos abrir la llave y encender la caldera.
En primer lugar es importante mirar la presión de la caldera, que se encuentra en el manómetro. Allí hay un indicador de 0 a 5 bares, como comentamos lo más recomendable es tenerla entre 1 y 1,5 bares. Si está por debajo deberemos llenar el circuito con agua girando la ruleta negra de la parte inferior de la caldera.
También es importante comprobar que la salida de humos no esté obstruida y que los radiadores no tengan fugas. Con estos sencillos pasos podrás asegurarte de que tu caldera funciona bien, aunque es imprescindible que un profesional del mantenimiento le realice por lo menos una revisión al año.