El gas como factor de eficiencia energética en calefacción

Teniendo en cuenta que la calefacción y el agua caliente sanitaria representan algo más del 65 por ciento del consumo total de energía, es fácil preguntarse cómo se puede ahorrar en este consumo energético. Por ello vamos a explicarte algunas de las principales ventajas que tiene el gas canalizado como fuente de energía de alta eficiencia. Y es que las Comunidades de Propietarios de edificios precisan cada vez más una factura energética lo más económica posible, con un mantenimiento sencillo y fiable, cumpliendo con la creciente exigencia de un funcionamiento respetuoso con el medio ambiente.

Para obtener estos resultados se debe conocer en primer lugar cuáles son las demandas energéticas reales de las viviendas. Así podremos conocer dónde tenemos recorrido de ahorro en energía y en segundo lugar analizar las distintas alternativas de las que se dispone en cada tipo de demanda energética. De esta manera podemos valorar el coste de funcionamiento en relación con la situación actual. También podemos valorar la inversión inicial necesaria para poder adoptar esas alternativas, obteniendo así la rentabilidad de esta actuación. Finalmente se deben estudiar las posibilidades de financiación existentes, ya que una alternativa que precise un gran esfuerzo inversor inicial puede ser directamente inviable por no poder abordarse esa inversión.

De acuerdo a la información existente, la distribución del consumo por usos energéticos en las viviendas españolas, en términos de energía final, es la siguiente: en los servicios de calefacción y agua caliente sanitaria se va el 65’9 por ciento del total de energía consumida, mientras que la refrigeración representa sólo un 0’8 por ciento; es decir un total de un 66’7 por ciento entre ambas. Mientras que en la cocción se gasta un 7’4 por ciento, el consumo de iluminación es de un 4’1 por ciento del total y que en otros usos de los hogares, el consumo representa un 21’7 por ciento.

Por ello, para la mejora de la eficiencia energética de las viviendas y para reducir su factura energética, se deben priorizar las acciones sobre la cobertura de las demandas térmicas, ya que es el uso con mayor recorrido de ahorro de consumo en los hogares españoles. Cabe destacar que casi al nivel de consumo de la iluminación se encuentra el consumo en conjunto de lavadoras y lavavajillas de cuyo consumo, el mayor porcentaje corresponde al calentamiento de agua, es decir, otro servicio térmico. Por lo que para ahorrar en la cobertura de estos servicios, los edificios pueden disponer de servicios individualizados por viviendas o centralizados, siendo este último caso donde suele existir un mayor potencial de ahorro, ya que suelen disponer de generadores de calor centrales de muchos años de funcionamiento que tienen rendimientos por debajo de lo que hoy es normal.

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