Tenemos datos de la Asociación de Empresas de Redes de Calor y Frío (ADHAC) respecto al Censo de Redes de Calor y Frío 2016.
En España contamos con más de 300 redes de climatización, 306 concretamente, de las cuáles 74% son redes de climatización renovables. Estas 306 redes de climatización son 59 más que en el año pasado y cuentan con una potencia total instalada a 1.219 MW. Estas redes de climatización censadas suministran energía a más de 4.000 edificios en España, tanto residenciales, como industriales y dotacionales, y su extensión supera los 550 km.
Como decimos el 74% de estas redes de climatización son de energía renovable, destacando la biomasa. Y es Cataluña la comunidad autónoma que tiene más potencia contratada.
Y es que el futuro, como todos sabemos, pasa por que el sector de la energía incorpore las redes de climatización como alternativa tecnológica eficiente, rentable y ecológica, y que los ayuntamientos de nuestro país presenten las redes de climatización de energía renovables a los ciudadanos, que les den a conocer y las incentiven.
Y es que se espera que en un futuro los edificios consuman menos energía y que esta sea más eficiente, no se abastecerán de la red eléctrica primaria y acudirán a las energías renovables como la solar, la eólica y la biomasa para que el consumo de climatización, de equipos mecánicos, de agua caliente o la iluminación esté cubierto. Y es que así lo imponen las nuevas normas europeas para atajar el cambio climático que estamos viviendo. A estos nuevos retos nos enfrentamos los que nos dedicamos al sector de la edificación, construcción, mantenimiento e instalaciones, como por ejemplo, al mantenimiento de la climatización en Zaragoza o el mantenimiento de las energías renovables en Zaragoza.
Con las nuevas normativas se incluyen dos obligaciones principales y básicas:
– Los nuevos edificios que acojan a entidades públicas deberán cumplir la directiva de restricción severa del consumo energético a partir del primer día del año 2019.
– El resto de edificios deberán hacer lo mismo, pero a partir del 1 de enero del año 2021.
Eso sí, hay que tener en cuenta, como siempre que tenemos que cambiar cosas a gran escala en nuestro país, que aún no se ha definido claramente qué es lo que tiene que hacer un constructor o un promotor, ya que las definiciones de la directiva se consideran ambiguas y se prestan a diferentes interpretaciones en cada país.
Las buenas noticias son que la eficiencia energética en la edificación ya está generando trabajo en oficinas y centros comerciales, aunque no tanto para la vivienda, más allá de obtener el certificado de eficiencia energética en los nuevos pisos y en los que están en alquiler.