A la hora de meditar qué tipo de calefacción utilizaremos este invierno, debemos tener en cuenta una larga lista de variables como la estructura y tamaño del hogar, de la calidad de los aislamientos y del precio de la energía, así como del tipo de invierno que tengamos. Y es que no es nada fácil saber con certeza el mejor sistema para calentar tu casa. En muchos hogares, existe la posibilidad de echar mano a dos o más métodos de calefacción sin grandes instalaciones; por ejemplo utilizar el aire acondicionado en ciclo inverso, o bien las placas eléctricas e incluso calefacción de butano.
Y es que cada sistema puede ser el ideal para un tipo de hogar, un tipo de clima, un tipo de hábitos e incluso un tipo de salud. Empezaremos analizando la bomba de calor, el aparato de aire acondicionado que generalmente utilizamos en verano para meter frío en casa tomando el calor de exterior, puede funcionar al revés. Es un sistema extremadamente eficiente ya que no precisa más energía que la que acumula el aire, aunque hay que sumar la energía eléctrica necesaria para bombear el mismo al interior. Este es un sistema ideal para climas templados de costa, o interiores no extremadamente fríos. Nos ayudará a ahorrar bastante en la factura eléctrica.
Ahora el gas ciudad, que requiere de una instalación previa y costosa, aunque a su favor tiene que es un sistema silencioso y que no reseca tanto el ambiente, además de poderse usar en hogares grandes y compartimentados, ya que se basa en un circuito de agua que pasa por todos los radiadores de la casa, que son los que desprenden el calor. Pero requiere obra previa, mantenimiento de la caldera y radiadores, y depende del precio del gas, que no es precisamente barato.
Por otro lado están las placas eléctricas, que pueden ser poco recomendables debido el precio que tiene la electricidad hoy en día, aunque no siempre es así. Tienen la ventaja de que son comparativamente baratas y no requieren de obra previa de instalación, como sí sucede con la bomba de calor y los radiadores de circuito calentado con gas. Las más modernas llevan termostatos que permiten programar la temperatura límite y la hora del encendido para evitar encontrar el apartamento demasiado frío.
Por último tenemos las estufas de butano que han evolucionado mucho y se han puesto al día tanto en estética como en seguridad y eficiencia. Tienen la ventaja de que el precio del butano es sensiblemente bajo, por lo que hacen del sistema el más económico de los cuatro. El coste energético del butano es casi un 50% más barato que el de una placa eléctrica. Además, generan calor con gran rapidez, si bien se pierde casi a la misma velocidad, ya que es un calor de cercanía. Ante todo debes tener en cuenta que lo mejor es dejarte asesorar por profesionales en el tema que te aconsejarán la mejor solución para tu hogar.