Consecuencias de la nueva normativa europea de calderas

El pasado 26 de septiembre entraban en vigor los nuevos Reglamentos sobre equipos de calefacción y calentadores de agua, en lo referente a su etiquetado energético y a su diseño ecológico.

Estos nuevos Reglamentos han sido elaborados para complementar a la Directiva 2009/125/CE de 21 de octubre de 2009 en la que se instauran los requisitos de los diseños ecológicos relacionados con la energía, y a la Directiva 2010/30/UE de 19 de mayo de 2010 donde se obliga a que en los aparatos que consumen energía eléctrica tengan su etiquetado energético así como otro información relacionada.

A través de estos Reglamentos se incorporan de manera inmediata los sistemas de calefacción y de calentamiento del agua que sean más eficientes y que conlleven un menor consumo de combustible, lo que a su vez significa un menor daño al medio ambiente, algo que es beneficioso para toda nuestra sociedad.

Ahora, las calderas de condensación y las energías renovables van a jugar un papel muy importante en todo tipo de edificios por su eficiencia energética y sus bajas emisiones contaminantes.

Además, desde septiembre únicamente se pueden fabricar calderas que sean de condensación, y es que el sistema de condensación de las calderas permite ahorrar hasta un 30% de energía más que el resto de calderas convencionales. El ahorro mínimo con las calderas de condensación es del 15%. Pero con estas calderas se puede alcanzar incluso el 40% de ahorro energético si además la estancia o el edificio cuenta con radiadores de baja temperatura.

Como usuarios, podemos reducir todavía más la factura de la luz si, además de tener en cuenta el etiquetado energético de los aparatos eléctricos antes de comprarlos, los mantenemos adecuadamente. El mantenimiento de calderas es vital para ahorrar en la factura de la luz, así como el mantenimiento de la climatización, no en vano las averías que se derivan de un mal mantenimiento preventivo y de la ausencia de un mantenimiento correctivo a tiempo pueden llegar a suponer un gasto de hasta 350 euros extras en los meses más fríos en Zaragoza y alrededores.

Hay que tener en cuenta que para ahorrar en calefacción, lo principal es tener un buen aislamiento en el edificio, posteriormente debemos saber qué potencia es la adecuada para la caldera, comprobando la calidad de los radiadores. Y quien debe realizar el cálculo de la potencia de la caldera debe ser un profesional de la instalación de calderas de condensación.

Tampoco hay que olvidar que el mantenimiento básico de todos los tipos de calefacciones requiere al menos una limpieza profunda una vez al año, para evitar averías y reducir el consumo energético.

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