Afrontar la rehabilitación de una casa o de un edificio de viviendas puede resultar a priori de una tarea compleja, en la que interviene mucha gente. Pero que las ciudades se conviertan en espacios energéticamente sostenibles, aumentar el valor de nuestro patrimonio y cuidar nuestras casas es algo fundamental. Afortunadamente, los colegios oficiales implicados en las tareas de rehabilitación de edificios trabajan de manera coordinada para que los ciudadanos sepan en todo momento qué hacer, cómo y cuándo. Arquitectos, aparejadores, ingenieros y administradores de fincas colaboran activamente para que los propietarios de viviendas no se pierdan entre tanto trámite y completen el proceso con fluidez.
Ana Isabel Aznar, representante del Colegio de Administradores de Fincas de Aragón, explica que el administrador de fincas, como profesional especializado y conocedor del edificio, es el primero en detectar las anomalías y desperfectos del mismo, y trabaja en la coordinación de todo el proceso de rehabilitación, siendo el interlocutor entre los agentes implicados y poniendo por delante, en todo momento, los intereses de la comunidad. Además, ha resumido las etapas que forman este proceso en cinco puntos fundamentales como son diagnosticar el estado del edificio, valorar las actuaciones a realizar, calcular los costes y las derramas, ejecutar la obra y hacer el seguimiento posterior.
En el desarrollo de proceso de rehabilitación pueden ocurrir incidentes que suponen una pérdida económica para los propietarios o empresas que intervienen, y de ahí la importancia de poner al frente a profesionales que velen porque todo cumpla con la normativa y las obligaciones fiscales. Los cinco pasos a seguir a la hora de rehabilitar un edificio sería empezar con un diagnóstico del estado del edificio por parte del administrador. Tras esto habría que valorar las actuaciones que deben realizarse, sabemos que problemas tiene el edificio, toca buscar las soluciones, para lo que hará falta un técnico especializado, ya sea arquitecto, aparejador o ingeniero, para que analice esa anomalía y elabore un informe.
Tras esto hay que calcular los costes y las derramas, será el administrador el que solicite los presupuestos a los gremios, la junta de la comunidad deberá valorar y aprobar la obra de rehabilitación, estableciendo la forma de pago. El administrador será el encargado de establecer el plan de cobros a los propietarios y de negociar con las empresas el mejor presupuesto y forma de pago. Tras esto queda ejecutar la obra con un plan de visitas de supervisión que coordinará el administrador de la finca. Por último habrá que realizar un seguimiento posterior para ver que todo ha terminado como se esperaba y comprobará si el edificio ahora puede olvidarse de los males que padecía antes de empezar la obra.