Lamentablemente en Zaragoza todavía tenemos cierta emergencia social relacionada con la pobreza, porque la pobreza, no es sólo energética o solo alimenticia, la pobreza, es pobreza, nadie vive bajo la luz de las velas y come caviar ¿verdad? Ni nadie en su sano juicio, pide ayuda y comida en centros sociales y tiene la calefacción puesta y las ventas abiertas.
En 2.016 se concedieron 32.457 ayudas urgentes a familiar zaragozanas, lo que supone solo un pequeño descenso respecto a 2.015, un descenso de solo el 1.8%. Al menos según los técnicos municipales, alrededor del 70% de los casos han sido “solamente” ayudas puntuales, por situaciones sobrevenidas y excepcionales en las que una familia o una persona no podía cubrir durante un tiempo determinado, sus necesidades más básicas, por lo que el 30% restante son personas y familias con una situación de pobreza cronificada.
Los lectores habituales de nuestro blog sabrán que en numerosas ocasiones, informamos sobre cómo ahorrar en el recibo de la luz, sobre la importancia de correcto mantenimiento de la caldera comunitaria de cara a no gastar más dinero, etc., como es el caso de nuestros artículos Cómo ahorrar ahora que suben el precio de la luz o La importancia de un correcto mantenimiento de la caldera para ahorrar en calefacción
El escenario al que se enfrentan muchas familias zaragozanas es duro, y se están tomando medidas al respecto, eso sí, medidas encaminadas solo a resolver la pobreza energética, o medidas para ayudar a pagar alquileres de viviendas, o ayudas a comedores y a la infancia, pero son medidas no enlazadas entre sí, y como decíamos, el que es pobre, es pobre, en todos los ámbitos. Pero al menos podemos observar una cierta sensibilización con la pobreza en Aragón, ya que en las Cortes de Aragón se ha hablado recientemente de la primera gran ley de carácter social relacionada con los ciudadanos aragoneses que no puedan afrontar el pago del gas, del agua o de la luz, de cara a que no se les corte el suministro, esto garantizaría estos servicios básicos para 7.200 familias en situación de pobreza.
Eso sí, de poco van a servir estas medidas si en lugar de aplicarse en los meses de más frio se implantan en primavera, pero si la medida se estabiliza a largo plazo, podremos afirmar que no habrá más inviernos en los que en las casas la gente se tenga que calentar e iluminar solo con unas velas, con los consiguientes inconvenientes y peligros que ello conlleva.
Por nuestra parte, seguiremos informando sobre cómo ahorrar y cómo mantener las instalaciones en las comunidades de edificios de Zaragoza para poder ahorrar todo lo posible a corto y largo plazo.