La directiva europea obliga a todos los Estados miembros a aplicar el régimen horario de verano, por eso este pasado domingo adelantamos una hora nuestros relojes. Esta medida se lleva a cabo para aprovechar mejor la luz solar por la tardes. Según los estudios que ha realizado la Comisión Europea, esta medida tiene efectos positivos en el ahorro energético, el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo, la salud, el turismo y el ocio. Dicho esto, hoy lo que queremos contarte es cuanto ahorra adelantar la hora.
Según los datos proporcionados por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), con el cambio de hora se puede llegar a ahorrar el 5%, que equivaldría a unos 300 millones de euros. De ese total, 90 millones corresponderían a los hogares españoles, y supondrían 6 euros por hogar. El resto, los 210 millones de euros, serían correspondientes a los edificios del terciario y la industria.
Hay que decir que para alcanzar estas cifras hay que llevar a cabo medidas de ahorro energético en el hogar, como por ejemplo prescindir de la iluminación artificial cuando no es necesaria, o utilizar tecnologías de ahorro en iluminación por aprovechamiento de la luz natural. Estas últimas, lo que hacen es regular la iluminación artificial en función de la luz natural que hay en la zona, a través de fotocélulas o sensores de luz.
En definitiva, cambie o no cambie la hora, lo que hay que hacer es contribuir en el ahorro energético todo el año, ¿de qué manera? Muy sencillo, haciendo un uso responsable e inteligente de la energía en la vivienda. En todos los aspectos, tanto iluminación, como aire acondicionado o calefacción, electrodomésticos eficientes, utilización de los vehículos… etc.
Llegados a este punto, nos preguntamos ¿entonces es necesario el cambio horario para ahorrar? La respuesta es sencilla, depende. Cambiar la hora dos veces al año no implica un ahorro energético como tal, pues no todo el mundo lleva los mismos horarios, uno puede ahorrar una hora de luz por la mañana, pero a lo mejor la gasta después por la tarde, o al contrario. Para que esta medida fuera efectiva por sí sola, todos tendríamos que llevar un horario que se adaptase a las horas de sol. Así que por el momento esta práctica obligatoria de aplicar el régimen horario tiene que ir acompañada con poner en práctica las recomendaciones de eficiencia energética, de esta manera si nos beneficiaremos del ahorro energético.